“Tengo un espíritu y un corazón que laten a cinco mil latidos por segundo”
Entrevista
y foto por Gianmarco Farfán Cerdán
Las dos primeras palabras que vienen a mi mente cuando escucho el nombre del artista peruano Julio Granados Relayze (Lima, 1969) son “talento puro”. Y en el más alto nivel. No cualquiera destaca en el diseño gráfico para libros, discos, poemarios y programas de televisión; así como en la ilustración de libros infantiles (para las editoriales Santillana, Alfaguara y McGraw-Hill), la música synthpop y logra que sus estampados sean vistos en el importantísimo Fashion Week de Nueva York. No cualquiera recibe premios por su trabajo en seis países (Estados Unidos, China, España, Brasil, República Dominicana y el Perú) de tres continentes. Además, un hermoso libro infantil del cual fue autor e ilustrador, “Ojuva, el murciélago blanco” (2004), fue reimpreso tres veces por la prestigiosa editorial Santillana.
Julio, que radica en Los Ángeles desde hace años, estuvo en
Lima durante setiembre para presentar su magnífica exposición “Mi vida en
tinta” en la galería de arte del hotel Sheraton. También vino para dar una
conferencia y un taller en el 4to Congreso Internacional “Diseño, agente de
cambio, diseño humano en busca de una mejor sociedad” que organizó la
Universidad San Ignacio de Loyola.
En su trabajo como diseñador gráfico, Julio ha creado
logotipos para los programas de televisión del periodista Beto Ortiz (“Enemigos
íntimos”, “Beto a saber” y “Abre los ojos”), ha ilustrado la portada de su
libro de crónicas “Nosotros matamos menos” (2014) y la portada de su novela
“Maldita ternura” (2014). Del mismo modo, ilustró el disco “Ritmos oscuros”
(1990) de la banda musical peruana Contrabando. También ha hecho logotipos para
el emblemático noticiero “Buenos días, Perú”. Igualmente, ilustró y diseñó el
libro-disco de décimas “Tiempo propio” (2015) de Zejo Cortez e ilustró su
poemario “Todas las noches, otros diluvios” (2016). Asimismo, ilustró la
portada del libro “Memoria de mi memoria” (2009) del legendario actor Edgard
Guillén y ha diseñado los afiches de varios de sus unipersonales. Y también cabe
destacar que ha realizado diseños para los renombrados grupos de teatro
Cuatrotablas y Yuyachkani, la cantante Eva Ayllón, José Xtravaganza (bailarín
de Madonna) y la banda de synthpop Anything Box.
Por cierto, las ilustraciones de Julio han aparecido en el
libro “Art takes Times Square” (2012) y en “The Street Files 2011” editado por
la Bienal del Museo del Barrio de Nueva York. Y forma parte del “Diccionario de
Ilustradores Peruanos” y del “Diccionario de Ilustradores Iberoamericanos”. En
su página web personal, se pueden ver muchos de los destacados trabajos
gráficos del peruano. Y su fanpage de Facebook “Julio Granados ART” tiene ya 16
691 seguidores.
Desde el año 2012, Julio ha establecido el dúo Noche Futura
con el creativo músico y poeta peruano José Carminis. Algunas de las estupendas
canciones que podemos encontrar de ellos en YouTube son: “Árbol”, “Dulce
Fantasía”, “Sé que tú” y “Medusa”. Hay que resaltar que el dueto no solamente
se preocupa por el aspecto rítmico y melódico de sus temas sino que han creado
toda una cuidada estética en sus videos.
Parece que Julio nunca descansa o que tiene varios clones,
porque también se ha dado tiempo para llevar una carrera solista como cantante,
con temas como “Extrañándote” (dedicado a su madre Ana), “Aunque tú no me
quieras”, “Multiplícate por cero”, “Mi corazón”, “Pensamientos positivos” y ha
realizado un excelente cover de “Ni tú ni nadie” del famoso grupo español
Alaska y Dinarama. Todas estas canciones se encuentran en YouTube.
Dejemos que el mismo Julio (que ha realizado sus estudios
profesionales en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en el Instituto
de Arte y Diseño Toulouse Lautrec) nos cuente, en la siguiente entrevista, cómo
fueron sus inicios en el mundo artístico, cómo lo marcaron los colores del Perú
profundo en el que vivió durante sus primeros años, así como de su memorable
encuentro con el premiado director de cine español Pedro Almodóvar, y sobre sus
proyectos a futuro. Conozcamos a uno de los mejores y más versátiles artistas
peruanos contemporáneos, quien todavía tiene mucho por ofrecer al mundo.
Manifiesto que admiro tu trabajo. Eres un artista. He entrevistado a Szyszlo, a Tokeshi, a Polanco, a Luz Letts…
¡Tokeshi!
…y me
parece…
¡Polanco, también!
…que
eres un artista de ese nivel, realmente.
Muchas gracias. Conozco a Tokeshi. Incluso, él escribió
unas palabras de la apertura de mi exposición.
Y las
voy a mencionar. ¡Qué mejor que unas palabras de un maestro como Eduardo
Tokeshi acerca de tu trabajo, para empezar! (Leo): “En estos años, Julio
Granados ha logrado una carrera sólida dentro de las gráficas y la ilustración.
Sus imágenes, muchas veces irónicas, otras veces duras en el comentario social
y otras tantas poéticas, increíblemente poéticas, con ese trazo que conserva
desde hace años en un dibujo detallado, lleno de magia y sorpresa, son la
característica de su obra. La gráfica de Granados apela a un espectador
inteligente”. ¿Qué sientes cuando alguien tan reconocido y talentoso como tú,
escribe cosas así?
La primera palabra que normalmente se podría cruzar en la
mente de todos nosotros es “muy halagado”. Y de hecho que me siento muy
halagado, pero más que halago me siento identificado. Porque todos nosotros
estamos viviendo una lucha constante de sobrevivencia, en todos los niveles.
Entonces, que una persona como Eduardo Tokeshi, a la cual yo también admiro
mucho como artista, y a pesar que no somos amigos personales… Eso es lo más
interesante, porque Eduardo y yo no somos amigos, realmente, solo nos conocemos
por el círculo social y cuando yo era estudiante, él era profesor. Nunca fue
profesor mío, pero era profesor de la Facultad de Artes. Que escriba esas palabras
sobre mí me da una alegría enorme. Saber que todos estamos en un mismo camino y
estamos enfocados, dirigidos hacia una luz. No sé de qué color -porque no
quiero decir qué color exactamente, porque no importa-, pero estamos dirigidos
a una luz. Y que él pueda ver y darse cuenta de mi camino es muy halagador.
Demasiada fuerza ahí, identificación. Todos estamos en esto. No se puede
explicar. No soy yo solo. Todos somos unas piecitas de un gran rompecabezas que
nos vamos uniendo. Tú también eres parte de eso. Definitivamente, tú eres parte
de eso.
Gracias.
Hace diecisiete años que no venías al Perú.
Diecisiete años que no vengo.
Y
vienes con…
Con más canas, ja, ja…
…una exposición, con
canas, ja, ja, con tu dúo Noche Futura…
Sí.
Siendo
conferencista de este congreso internacional de diseño gráfico que organiza la
Universidad San Ignacio de Loyola. Has venido totalmente recargado.
Sí, pero no necesitas ser conferencista ni tener un grupo
de música ni dibujar bonito para estar recargado. La vida en sí es una gran batería
y todo tipo de vida, de profesión y de vocación requiere tener una fuerza
enorme. Tengas brazos o no. Veas o no veas. Uno siempre tiene que sacar fuerzas
de donde haya para estar recargado. No creas que porque llego a este nivel, que
me están invitando acá… Como le comentaba a un periodista que vino hace una
hora: para mí es algo que no estoy acostumbrado, la verdad. No estoy
acostumbrado a que me estén entrevistando referente a mi trabajo. Me parece
maravilloso porque todos tenemos algo que decir. Yo tengo que decir muchas
cosas. Por eso dibujo, porque tengo muchas cosas que decir. Pero no es lo más
importante. Lo más importante es que uno siga adelante y si tienes algo que
decir y sabes hacerlo a través de tus dibujos o tu escritura o tu cámara
fotográfica, dilo. No nos convirtamos en seres inertes y sin luz. O seres que
solamente buscan la fama por un like
en el Facebook.
Tu
caso es especial porque uno, por lo general, suele ser multifacético, pero no
siempre destaca en todas las áreas. Tú eres multifacético y destacas en esas
áreas que desarrollas. Ilustración: lo haces de manera fantástica. En el tipo
de música que haces: electropop, synthpop: buenísimo.
Gracias.
¿Cómo
logras compaginar un alto nivel en áreas distintas?
Te agradezco muchísimo lo que me acabas de decir. Otra vez
es un gran halago. Yo siempre he pensado y he dicho, cuando hemos llegado a ese
tema de las personas que somos multifacéticas o multidisciplinarias… Me encanta
“multidisciplinarias”. ¿Sabes por qué? Porque realmente es una disciplina. El
otro día, aquí, unas eminencias del diseño que han venido de diferentes países,
extraordinaria gente -estoy aprendiendo muchísimo de ellos y espero que ellos de
mí, también-, estaban comentando que algunas personas llegan con un duende y
ese duende hace que tú puedas hacer cosas maravillosas, extraordinarias. Y hay
personas que no llegan con el duende, pero con la disciplina y el trabajo y un
poquito de talento pueden lograr cierto nivel. En mi caso, dibujo, canto,
actúo, escribo. Estoy metido en estas disciplinas desde niño. Trabajo en esto
desde niño. Para mí es algo natural. Yo, profesionalmente, empecé a dibujar
para el Ministerio de Educación cuando tenía dieciséis años. Yo recién había
salido del colegio. Estaba dibujando libros para niños desde los dieciséis y
con tanta pasión que yo sabía que mi vocación tenía que desarrollarse en alguna
de estas vertientes: las artes gráficas, el diseño gráfico, artes visuales,
vestuarios, porque me encanta hacer vestuarios.
He
visto unos vestuarios lindos, con motivos andinos, que modeló esta mujer
hermosa: Kali Sánchez.
Exactamente.
¡Una
maravilla!
Eso lo hice en Los Ángeles para Kali Sánchez, una chica
hermosísima que representó al Perú. En la música también he hecho.
Los
vestuarios de tus videos.
Claro, los vestuarios de mis videos.
Diseñados
por ti.
He hecho pintura, poesía. A mí me encanta la poesía y he
ido desarrollando, trabajando ese talento, ese duende que no sé cómo se llama.
Se supone que es un duende, según por ahí escuché. O, de repente, el duende es
uno mismo. Tu pregunta inicial es: ¿cómo le hago? Es un trabajo, una disciplina.
No es solamente el talento, hay que sacarse la mugre. Desde niño sabía lo que quería
y tenía que luchar para hacerme respetar desde el colegio. No es fácil decir a
tu familia que quieres estudiar arte y mucho menos en los ochentas. Era como
decir “Papá, quiero ser travesti“, por ejemplo. Lo cual no tiene nada de malo
sino que es sencillamente…
Que no
puede vivir de eso.
¿Cómo vas a vivir de eso? Por eso, yo admiro muchísimo a
todas las personas.
Yo me preguntaba
si, de repente, algo de ese interés artístico nació en ti -lo leí en tu
Facebook, me pareció una parte interesante de tu biografía- cuando tu abuela
Blanca te había enseñado a preparar el pan, cuando eras niño, “en formas de
aves con ojos de pasas”. Es decir, había un tema artístico en el alimento.
Definitivamente.
¿Ahí
comenzó?
Nunca lo voy a olvidar. Al contrario, me encanta que me
digas eso. Yo considero que mi primera profesora de diseño fue mi abuelita
Blanca. Yo, de niño, viví con ella. Por cuestiones familiares me quedé con mi
abuela. Vivíamos en el campo y ella era profesora de bordado. Ella estaba
siempre bordando entre hilos maravillosos de colores estridentes. Íbamos a
comprar a Huancayo, a Jauja, y ese cielo azul espectacular, esas montañas
bellísimas, esa flor amarilla de retama, ese olor de la tierra, esa comida
maravillosa: todo eso me marcó muchísimo. Mi abuela siempre me envolvió en
todas sus actividades y una de ellas era hacer el pan. Cuando he regresado ahora
de Estados Unidos, después de diecisiete años, mi papá me estaba esperando y
nos fuimos de frente al Mantaro porque sabía que no tenía tiempo toda esta
semana. Cuando llegamos, mis tías, todos, nos pusimos a hacer pan. Y puse esas
fotografías en el Facebook que han gustado mucho. No pensé que iban a gustar tanto, realmente.
Además,
pusiste una frase poética, muy bonita, que decía que justamente en el pueblo
del Mantaro “corría y jugaba de niño a ser gorrión entre los árboles de
guinda”.
Eso parece un…
Parte
de un cuento…
Un cuento de Gabriel García Márquez.
Exacto.
Todo viene de familia, en verdad. ¿Pero no había un familiar tuyo que haya
estado ligado de manera profesional…?
No, ninguno. Mi mamá murió muy joven, a los veintiocho años,
y yo tenía ocho, nueve años. Me cuentan que mi mamá cantaba, dibujaba,
escribía. Que era la número uno haciéndose sus ropas con telas. Mis tías me
dicen: “Eres igualito a tu mamá. Le has sacado cosas a tu mamá. Porque tu mamá
agarraba una tela y la convertía en un vestido. Tu mamá maquillaba y se ponía
los ojos de faraona. Era muy teatrera y le encantaba dibujar, cantar”. Entonces,
yo digo: “Oye, ¡qué barbaridad! Sí hay genes que se pegan, pues”. Y mi
abuelita… Creo que son mis dos grandes madrinas y musas genéticamente.
Era
bien guapa tu mamá, en unas fotos que has puesto en tu Facebook.
Sí. Fíjate que mucha gente me dice lo de la belleza de mi
mamá. Para todo el mundo, de hecho que toda mamá es bella. Pero mi mamá era muy
bella de verdad. Mi mamá era bellísima, físicamente era muy bonita. Estábamos
caminando por la calle y los hombres (silbaban) ¡fiu, fiu!, volteaban, así, a
ese nivel. Era muy imponente.
Y tú
como hijito los mandabas lejos.
Sí. Yo la agarraba fuerte del brazo. Yo me acuerdo que en
un video puse unas imágenes de ella.
Sí he
visto.
De imágenes antiguas, de la canción “Extrañándote” que
escribí para ella. La puedes ver en YouTube. “Julio Granados-Extrañándote”: van
a ver lo bella de mi mamá.
Claro.
Julio, hay tantas cosas que podríamos hablar de tu trabajo. Me llamó la
atención que Pedro Almodóvar tenía uno de tus posters: “I love New York”. Gracias
a ese trabajo maravilloso que tienes, estás incluido en el “Diccionario de
Ilustradores Peruanos”
y en el “Diccionario de Ilustradores Iberoamericanos”, que incluye a
ilustradores de veintidós países.
Eso es algo que me tomó por sorpresa hace unos años atrás.
No me acuerdo cuántos, exactamente. Me llamaron y me pidieron…
En el
año 2013.
¡Tú sabes más que yo! Ja, ja… ¿2013, no?
Sí.
Se comunicaron conmigo porque me estaban incluyendo en esos
dos diccionarios y ahí, en ese momento, me sentí como Miguel Grau. Dije: “Miguel
Grau está en estos libros y ahora voy a estar ahí”. Fue algo muy emocionante y
me parece extraordinario que existan diccionarios donde haya constancia de personas
que estamos trabajando. Pero vi la fecha y se equivocaron: pusieron que tengo
cincuenta y tantos años y no es así.
Pero
igual estás en el diccionario.
Igual.
También
me gustó mucho enterarme de que para tu taller “Ilustremos un cuento juntos”,
que recién lo has dado el 19 de setiembre, ya se habían agotado los cupos en
agosto.
Sí. ¡Eso fue extraordinario! Para mí es una gran
responsabilidad. Yo soy una persona muy vehemente. Exageradamente vehemente. Yo
creo que soy un chancho con espíritu de colibrí que se cree gato, ja, ja, ja...
Porque, realmente, tengo un espíritu y un corazón que laten a cinco mil latidos
por segundo. Y lo hablo por la pasión que tengo para dar lo mejor. Mi taller
fue extraordinario y estaba enfermo, pero lo supe disimular porque quería que
la gente se vaya con lo mejor. Se fueron contentos. Me han llamado de la
universidad, les han preguntado (a los participantes del taller) y están muy
contentos con lo que les di. Pero hoy, a las 4:30 p.m., es el día más grande,
porque voy a estar frente a un escenario con 500 personas, que han pagado 200
soles cada uno. Tengo que, realmente, dar lo mejor. Estoy casi listo ya.
Después de ti viene otra persona y luego me subo y me encierro para terminar mi
presentación, porque a la una vienen a recogerme para la universidad.
Yo
estoy seguro que va a ser un éxito porque eres puro talento.
Gracias.
También
has publicado, aparte de los libros como ilustrador, un libro como
autor-ilustrador: “Ojuva, el murciélago blanco”, que fue editado tres veces por
la editorial Santillana.
Sí, eso fue...
¿Cómo así
el título se te ocurrió?
Lo interesante de este título, que es muy tricky, como dirían los americanos… Tricky significa como medio dual, que no
se sabe si es, medio raro. ¿Por qué? Porque “blanco” podría sonar muy racista,
pero el libro es todo lo contrario.
Para
mí suena llamativo “Ojuva”. Parece un nombre de dios nórdico o polinesio.
“Ojuva” me lo inventé. Es un murciélago albino. Él no sabía
que era albino sino que nació blanco. Era albino porque no tenía color.
Los murciélagos
son negros.
Exactamente. Él dijo: “¿Qué esto, pues? ¡Pero soy blanco!”.
Y los ojos, cuando su mamá lo vio nacer, eran tan grandes, tan violetas y tan
hermosos, que parecían uva. Entonces: “Ojuva”, ja, ja, ja... Es un libro para
niños. Es un cuento para niños que escribí hace muchos años. Yo soy malísimo
para las fechas, pero han sido hace muchos años: 2004, 2003. Salió publicado
por Alfaguara-Santillana. La historia trata de un murciélago que vive con sus
hermanos en el campo y viven libres. La hermana, una de ellas es actriz y
cuenta historias en las noches de luna llena a los demás animalitos. Hasta que
un día llega un ser extraño que ellos nunca habían visto: el hombre. Era un
turista. Ellos lo miraban, decían: “¿Pero qué cosa es esto?”, escondidos desde
un árbol. “¡Qué animal tan raro y qué feo que es!”. Ellos nos veían a nosotros
feos, porque nosotros siempre decimos que los murciélagos son horrorosos.
Sí.
Todo esto es al revés. “¡Este ser qué feo! No tiene alas,
no tiene cola, no tiene orejas. ¡Qué fea nariz!”. Entonces, él dice: “No tiene
la suerte de ser tan bonito como los murciélagos”.
Le das
la vuelta.
Es una visión al revés.
Claro.
Y este señor había venido con un gato que era su compañero
de viajes y ahí comienzan las aventuras.
¿Es el
gato del afiche de tu exposición?
No. Ese es otro gato. Ese es Peluso. Ese es un gato
diseñador, que es un libro muy divertido que estoy escribiendo.
¿Es tu
alter ego?
Yo creo que sí. Todo el mundo me dice que soy yo. Pero este
gato Peluso es un gran diseñador de modas. También estoy metido en moda, pero
este gato Peluso es un diseñador de modas que tiene una corbata de pescado y un
mechón negro muy interesante. Tiene una personalidad muy peculiar. Son muchas
historias que contar y lo de Ojuva fue muy bonito, salió reimpreso tres veces y
después de diez años se terminaron los derechos de impresión. Así que si yo
quiero lo puedo volver a imprimir. Pero Santillana lo reimprimió, lo editó.
Sería
genial. Y ya que has mencionado lo de la moda: tus diseños también han estado en
la ropa del diseñador Sergio Dávila, quien ha estado en el Fashion Week de
Nueva York durante varias ediciones.
Sí, justamente ayer fue Sergio al Sheraton (a la
inauguración de la exposición “Mi vida en tinta” de Julio). ¡Extraordinario! Yo
estoy metido en el fashion con Sergio
desde Nueva York. Yo he vivido en Nueva York muchos años y hemos participado
juntos en el Fashion Week. Trabajé con él diseñando los estampados de sus
colecciones y ahora tengo mi propia línea (me muestra el polo negro que lleva
puesto, con un estampado de un imponente Sol incaico ubicado detrás de un
cóndor dorado con las alas abiertas y en pleno vuelo), que hice con motivos
peruanos para una feria que se llama Perú Village Festival en Los Ángeles,
California. El fashion para mí viene
con el software. Viene ahí.
Te
fuiste muy joven a Estados Unidos. Viviste en Nueva York, ahora estás radicando
en Los Ángeles. ¿Tú crees que hubieras podido llegar hasta donde has llegado y
recibir todos los premios que has recibido si te hubieras quedado en el Perú? ¿O
crees que haberte ido a Estados Unidos ha sido una decisión estratégica
adecuada, acertada?
Yo no quiero decir que tengas que salir para triunfar. No
es necesario. Pero en mi caso sí pasó así. Porque si bien es cierto aquí ya me
había hecho un nombre con mis cosas, parece que el tiempo y las cosas que he
hecho afuera han rebotado de una forma mucho más receptiva, mucho más
bulliciosa al Perú. Quizás si no hubiera vivido en el extranjero, no hubiera
conocido tantas cosas, no hubiera tenido yo ese roce con tanta gente interesante.
He conocido a mis ídolos. Cada uno tiene sus propios ídolos.
¿Cuáles
son los tuyos?
Uno de ellos es Pedro Almodóvar, por ejemplo. Yo nunca
pensé estrecharle la mano, conversar con él, que me besó acá (se toca la mejilla
derecha), que me dio un beso por acá (señala cerca de su cuello), que le he
regalado el cuadro. Eso fue interesante, porque yo fui a un evento en Nueva York,
en Manhattan, donde presentó su película. ¿Cómo se llama esa película de la
piel? (Se refiere a “La piel que habito”). Es una de sus últimas películas. Yo
fui a la premiere, pero en Nueva York no es como acá, que es casi inaccesible,
allá es más sencillo. Entonces, yo estaba sentado adelante y él estaba ahí,
pues. Cuando acabó la película, yo lo único que esperaba era, así como tú me
diste esto (un afiche envuelto de la exposición “Chávez 80” del pintor y
escultor peruano Gerardo Chávez) y ya. Pero resulta que cuando acabó él hizo
una conferencia de prensa y solamente respondía a lo que él quería. Entonces,
yo con mi afiche le hice así (levanta el brazo derecho y agita el afiche), él
me señaló, yo me paré y se lo di delante del público. Me abrazó, me saludó y le
dije: “Pedro, yo admiro tu trabajo, te lo regalo con mucho cariño. Espero que te
guste”. Yo me volteé, me estaba yendo y me dijo: “¿Pero por qué te vas? Lo
quiero mostrar al público”. Agarró, lo sacó y abrió y todo el público: “¡Oh!”.
Me dice: “Me encanta. Gracias”.
¿Te
tomaste una foto con él?
Me tomé una foto con él y hay un video que han puesto en
YouTube.
¡Qué
bueno!
De Julio Granados y Pedro Almodóvar. Conversamos, después
nos encontramos en el lobby otra vez. Me encantó la sencillez. Siempre habían
dicho que era medio pedante, pero mentira. Sumamente amable, estábamos
conversando.
Eso
siempre dicen de la gente que es famosa.
Sí, la gente se inventa historias. Y estaba su secretaria,
tenía el poster. Eso me gustó mucho: la secretaria lo sujetaba como un tesoro,
así (aprieta el afiche contra su pecho con ambas manos). Estaba la secretaria
ahí o su asistente en todo caso, empezamos a conversar con Pedro y “Ah, ¡qué
bueno! ¿Vives por acá?”. Yo le digo: “Yo vivo en Nueva York”. Entonces, en un
momento vino la prensa a tomarle fotos y cosas así. La chica, la asistente -eso
es lo que más me encanta de ella-, me dice (Julio imita el acento español): “Le
ha gustado tu poster, porque se lo está llevando a su estudio allá, en
Barcelona y me ha pedido que lo cuide bien”.
¡Qué
maravilla!
Eso es paja, porque su asistente misma, que venga… ¡Se lo llevó!
Es algo maravilloso para mí. Yo sé que mucha gente: “¿Quién es Pedro
Almodóvar?”. Whatever… A mí me encanta. Me encantan sus películas, su trabajo. ¡Es
tan extraordinario! Otro fue Boy George, que también lo conocí, hablé con él
muchas veces. Hay una lista de cuatro o cinco por ahí.
Julio,
te agradezco muchísimo. Te felicito porque estás triunfando afuera.
Muchas gracias.
Y
estoy seguro que vamos a seguir hablando de ti por muchos años.
Gracias por venir.
Vas a
seguir viniendo a dar más conferencias y vas a dar conferencias en todos lados.
Voy a estar viniendo mucho más. Pienso venir a inicios del
próximo año y voy a venir a quedarme un tiempito. Estoy oyendo ofertas de
trabajos interesantes. De repente, veo para venir a trabajar un tiempo acá,
para respirar un poquito y estar en mi tierra, con mis amigos de toda la vida.
Muchas gracias por venir desde tan lejos. Ahorita llega otra persona (a
entrevistarlo), pero qué bueno que ahora nos estamos viendo, porque nos
conocemos por el Facebook. El Facebook me encanta, porque gracias al Facebook yo
he conocido gente maravillosa.
Que
Dios siga bendiciendo tu talento.
Gracias, Gianmarco.
Me encanta tus entrevista amazing !
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