sábado, 23 de diciembre de 2017

Genaro Urbina




“Mi obra es como un grito pictórico, un grito de libertad”


Entrevista y foto por Gianmarco Farfán Cerdán

 

Una de las mejores exposiciones de arte en Lima durante este año 2017 vino desde la hermosa Cajamarca, gracias a Genaro Urbina (Cajabamba, 1949). Así como el año pasado el también cajamarquino Joan Alfaro deslumbró con su original muestra “Raíz”, este 2017 Urbina ha impactado muy gratamente con su colorida y magnífica exposición de pintura “El Neoindigenismo de Urbina”. Esta se llevó a cabo, durante todo noviembre, en la Casa O´Higgins del Centro Histórico de Lima.

Radicado en Francia desde hace décadas, en la siguiente entrevista Urbina nos cuenta sobre su visión del arte y su trayectoria como pintor. Él ha logrado ser invitado a exponer su valioso trabajo en diversos países europeos. Asimismo, ha recibido distinciones como la Mención Especial y Honorífica en la Novena Exposición del Chateau de Ferrieres y el Segundo Premio en el concurso de pintura “Lions International”, ambos en Francia. De igual forma, obtuvo el Segundo Premio en el concurso nacional “Inkarri” en Trujillo.

Fue un placer apreciar sus obras “Indio de los Andes”, “Sikuris”, “Perfiles de la vida”, La menina de Cajabamba”, “La menina de Mochicao” y “Menina de Ancash” en su muestra realizada en la Casa O’Higgins. Su amor por las costumbres, vestimentas y bailes del Perú profundo estaba claramente manifestado en cada una de estas obras. Urbina es un artista que siente al Perú en cada trazo que da sobre el lienzo.


Muchas gracias por la oportunidad para “Entrevistas desde Lima”. Esta exposición “El Neoindigenismo de Urbina”, ¿cuántos años de trabajo encierra?
Muy buenos días. Me encuentro en mi exposición en la sala O’Higgins, en el Jirón de la Unión. Los invito para apreciar estas lindas pinturas. En “El Neoindigenismo de Urbina” yo trato de rescatar nuestra cultura, mantener una llamita de nuestra cultura siempre prendida. Podrán apreciar, por ejemplo, el color, el movimiento, lo divino. Pinto, entre comillas, lo divino, el movimiento, las fiestas, las danzas, y trato de hacer que nuestra cultura permanezca siempre viva.

Veo que hay muchas “meninas” de todo el Perú. Usted ha querido reflejar a la mujer peruana, sobre todo a la mujer del pueblo peruano, con mucho color. Mucha inventiva, también.
En “El Neoindigenismo de Urbina” tengo una serie de las “meninas”. ¿Por qué “meninas”? Digamos, inspirándome en el pintor (Diego) Velázquez y para hacer este nombre de “meninas” más universal. Que podía haberse llamado “collas”, pero a las chicas de la costa llamarlas “collas” quizás no era el término apropiado. Las meninas de Urbina son doncellas peruanas que yo propongo y serán 24. Las estoy haciendo, la serie será de 24 meninas. De Cajamarca, de Lambayeque, de La Libertad… Estas meninas representan a cada departamento. Los valores que hay en ese (departamento), la cultura y sus danzas. Por ejemplo (muestra un cuadro), aquí estoy representando la menina de La Libertad: podrán apreciar toda la simbología moche. Vemos las olas de la cultura Mochica, los ojos encontrados en algunos personajes en la Huaca de la Luna. Y acá tenemos unas narigueras de la Señora de Cao, pero yo he recortado esta nariguera para hacer aparecer los labios, para hacerlo un poco más sexy. Es mi manera de pintar. Y también vemos los tatuajes que se han encontrado. Esta representación de esta menina, llena de color, juega también entre lo abstracto. Todo esto es abstracto y figurativo.

Es un poco expresionista, también.
Sí, por supuesto. Por ejemplo, esto (señala otro cuadro suyo) es hecho con espátula. Trabajo de espátula que va formando unos personajes que van subiendo, y el color azul de los costados, por ejemplo, representa el mar, también. Porque esta cultura se desarrolló, prácticamente, en la costa. Podrán apreciar toda la simbología de los Mochica, Chimú.

Usted radica en Francia.
Sí, durante muchos años.

Ha venido a Lima para esta exposición.
Es la primera vez que expongo en Lima y estoy aquí, en esta sala O’Higgins, donde el público me alienta, viene mucha gente a conversar conmigo. Yo siempre estoy en esta sala para poder intercambiar con mi pueblo, si se puede decir así.

¿Usted se considera un pintor para el pueblo?
Sí. Ustedes podrán apreciar que mis pinturas vienen del pueblo y van hacia él.

Están llenas de mucho color. Me llamaban la atención estos rostros en los que usted hace una especie de luna de aumento en algunas pinturas.
Sí.

De algunos de sus retratos, de sus meninas o meninos.
Meninas o meninos. Lo que pasa es que en nuestras fiestas, en la sierra, siempre hay máscaras. Entonces, yo descubro la mitad de la máscara y dejo aparecer solamente un ojo, como en este caso (me muestra otra pintura). Por ejemplo, el ojito está acá y el resto ya es la máscara. Además, le agrego toda la simbología que se puede encontrar. Sea de los tejidos, sea de las cerámicas. Y, por ejemplo, en mi pintura, que es un poco estilizada, podrán apreciar que hay, también, un mensaje. ¿Qué mensaje? Este niño cusqueño está cogiendo un rayito de Sol en su poncho. Es algo poético, se puede decir. Imaginario. Calentarse con un rayo de Sol. Es, más o menos, la presentación de este cuadro.

O, también, este menino del Cusco podría verse como que el niño es un pequeño Sol.
¿Por qué no? Sí. Estos niños, cuando están contentos, pueden irradiar mucha alegría, mucho dinamismo, sobre todo, y un espíritu abierto hacia el mundo.

Usted que ha estado tantos años en Europa, ¿cómo ha sido su vida de pintor allá? Cuéntenos un poco, por favor.
Mi pintura en Europa ha sido difícil. El comienzo: difícil…

¿En qué año se fue a Europa?
Me fui en el año 1982. Allá estoy poco más de treinta años. Tengo un recorrido artístico regular, que me ha permitido ser un poco conocido allá. Estoy tratando ya de ser, también, conocido en el país. Ese es mi objetivo. Es por eso que ya he expuesto en el Cusco en dos oportunidades, en Arequipa en una oportunidad y en la ciudad de Trujillo, también. Esta es la primera vez que expongo en Lima.

Y allá, en Europa, ¿en cuántos países ha podido exponer?
En Europa he podido exponer en España, Alemania, Bélgica, Francia.

Y de todos esos países, ¿en dónde ha sentido usted que ha podido desarrollar mejor su arte?
Yo pienso que es Francia. Me ha dado bastante. He logrado mucho en París, ya que he podido exponer en el Grand Palais, el Gran Palacio de París, un sitio magnífico, donde exponen pintores de todo el mundo. Y esa es la suerte que he tenido. Y como es con jurado, yo pienso que, también, hay calidad, para que me hayan permitido exponer en ese lugar mítico.

Entonces, usted tiene su taller en Francia.
Sí, yo tengo mi taller en la ciudad de París, desde hace muchos años.

¿Y piensa tener un taller acá, en Perú, en algún momento, o solo ha venido de visita?
Me parece que no. Va a ser un poco difícil tener un taller aquí. Mis pinturas van a ser concebidas, creo, en la ciudad de París para venir a regalar al Perú estos colores que ustedes podrán apreciar.

Ahora hay un pintor joven y, también, de Cajamarca, como usted, que se llama Joan Alfaro y también está lleno de color. Es muy claro en los cajamarquinos el amor por el color. Un color fuerte, vivaz. Colores cálidos.
Pero no solamente en los pintores cajamarquinos. Más que todo, en los pintores latinoamericanos. En Europa se remarca el pintor latinoamericano por los colores, sobre todo. Esa es la base. Tenemos nosotros, en nuestros genes, el color. Es por eso que, inmediatamente, el pintor latinoamericano destaca por el color. Para terminar, quisiera decirles que mi obra es como un grito pictórico, un grito de libertad. Se puede decir que “Perú, tú que me has prestado tus colores y han atravesado los Andes, ahora he venido con todas estas obras a devolverte en imágenes, mi amor por ti. He pintado la alegría, tus fiestas, tus danzas. Gracias, Perú”.

¿Cuáles son sus influencias más inmediatas, sus influencias pictóricas más visibles?
Influencias hay muy pocas. Lo que me ha influenciado a mí es, en realidad, toda esa diversidad cultural que hay en nuestro Perú. Esa es la base. Es la influencia que yo he tenido y, además, agregando que yo he nacido en la sierra. Tengo vivencias de la sierra. Yo he vivido con las lluvias, el trueno, el relámpago, el canto de los pájaros. De tal manera que yo llevo dentro todo ese espíritu andino.

Yo me refería un poco más al lado técnico: ¿algún o algunos pintores de alguna corriente, escuela, que a usted le hayan interesado en el principio de su carrera o no ha habido alguno?
Se puede decir que no tengo una influencia completamente definida de algún pintor. No. Yo sé que hay grandes pintores, pero ninguno me ha influenciado. Porque tengo técnicas propias. Y pienso que el 80% o 90% es algo personal. Pero siempre un pintor tiene ciertas influencias de una manera inconsciente.

Que es algo normal.
Por supuesto. Es algo normal. Lo único que podría decir es que tomé “meninas” considerando a este pintor conocido, Velázquez, para universalizar el nombre de “meninas”.

Señor Urbina, le agradezco la entrevista y deseo que tenga muchos más visitantes en su exposición, que está muy bonita.
Gracias. Te agradezco mucho también, Gianmarco.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Joan Alfaro




“Siempre fui un apasionado del tema andino”

Entrevista y foto por Gianmarco Farfán Cerdán

 
Pocas veces ve uno cuadros de un artista relativamente joven y siente que es un talento que ha venido para quedarse, que ha llegado a la escena artística peruana para dejar un sello personal. Eso me ocurrió con el pintor cajamarquino Joan Alfaro, tras ver su estupenda exposición de pinturas “Raíz” el año pasado en la galería Índigo, en San isidro. Precisamente, dicha muestra fue la más relevante del año 2016 en Lima, de un total de 110 (superando a exposiciones de artistas consagrados como Eduardo Tokeshi y Aldo Shiroma, Alejandro Alayza, Carlos Llerena Aguirre, Johanna Hamann, Carlos Runcie Tanaka y Ramiro Pareja). Instituciones como el Ministerio de Cultura y medios de comunicación como “Exitosa”, “Lima Social Diary”, “Dosis”, “Cuenta Artes”, “JC Magazine”, “Perú al día”, “Atrapa tu ruta”, “Sociedad Literaria Amantes del País” y “Perú Informa” publicaron notas periodísticas al respecto.

El presente año ha sido espectacular para Joan: ha participado en la Noche de Arte 2017 con sus obras “Sueño con serpientes” y “Luz de esperanza”. En setiembre dio la conferencia “La importancia del arte en la comunicación” en la Universidad Privada del Norte. Ese mismo mes inauguró la exposición “Surrealismo Andino” en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. También elaboró la estampilla conmemorativa por el Día del Cacao y del Chocolate Peruano (la cual presentó, en octubre, en el parque Kennedy de Miraflores, junto al presidente de DEVIDA, el embajador de la Unión Europea, el alcalde de Miraflores y un representante de LATAM). Además, Operación Sonrisa Perú lo invitó a participar en “Arte por una sonrisa” en el JW Marriott Hotel Lima (presentó la obra “La máscara mágica”, la cual pintó junto al niño Tadeo), en noviembre. Asimismo, sus diseños artísticos ya son vendidos en casacas de cuero. Y su página de artista en Facebook tiene más de 30 870 seguidores hasta inicios de diciembre.

Desde que empezó en el arte, influenciado por los pintores cajamarquinos indigenistas y también por Vincent van Gogh y Gustav Klimt, hasta hoy, la pintura de Joan evolucionó y adquirió una identidad propia y reconocible. En su página web personal se pueden ver las hermosas obras de este artista que pinta catorce horas al día, siempre escuchando música. Cuadros como “Juana sin nombre”, “Nacimiento andino”, “Pueblo jardinero”, “Los Quindes”, “La arpista”, “Colecho”, “Idilio”, “La Candelaria”, “Viento a favor”, “El amor de Bri”, “Mama Killa”, “La confianza”, “Mar adentro”, “Yawar Nina” o “Lluvia” realmente fascinan por su colorido, belleza y originalidad.

En la siguiente entrevista, realizada en la acogedora casa de su representante Juan Pablo Zolezzi, Joan (que es Marca Perú) nos cuenta sobre cómo algunos momentos muy difíciles de su vida lo impulsaron a realizar el arte que hoy asombra a muchos en el Perú y el resto del mundo. También analiza la realidad de la movida artística en Cajamarca y en Lima.

Muchas gracias por esta oportunidad de poder entrevistarte para “Entrevistas desde Lima”. Siendo tú un representante del arte cajamarquino, que ha tenido tan buenos artistas como (Mario) Urteaga, (José) Sabogal, ¿cómo sientes esta herencia en tu arte?
Gianmarco, gracias antes que todo por la visita y la entrevista. Me parece muy grato que estés acá conmigo, al fin nos podemos conocer. Y más que todo, también, (mencionar) el aporte importante que hacemos como ciudadanos, como amantes del arte, tanto tú como yo. Es muy grata tu visita.

Gracias.
A mí me parece bien chévere todo este tema artístico. Yo vengo de una zona “cuna de artistas”, como le dicen. Ahí está Cajabamba, donde hay bastantes artistas conocidos hoy en día. Está Sabogal, Camilo Blas, Bagate, muchos artistas antiguos que enriquecieron una época. No se vive tanto hoy ese sentimiento como antes. No hay muchas galerías. Cajamarca es una zona linda para explorar como ciudad, como mestizaje, tradición… Muy bonito Cajamarca, pero el movimiento es lento. El movimiento artístico se ha fracturado un poco con ese tema de la minería, de los conflictos. Como artista plástico independiente, tú sabes que este camino es duro. Me vi obligado a salirme de Cajamarca. Lo he hecho, en realidad, durante todos estos años. Y ha sido muy fructífero llegar a Lima y encontrar bastante movimiento. Un movimiento envidiable, con miles de galerías. Arte para rato.

Y eres representante de la Marca Perú ahora.
Sí, claro. Lo de la Marca Perú fue muy importante como gestión y, también, fue mucho orgullo, por haber estado ya dieciocho años pintando. Estos dieciocho años que sigo de carrera, me di cuenta que tuvieron un por qué en algún momento. Porque yo pintaba bastante indigenismo, por los (artistas) mencionados en Cajamarca, pero gracias a ellos, también, yo tuve una manera más personal de cómo quería ver este indigenismo. Hay bastante mestizaje donde tienen costumbres que no han sido recreadas, a mi parecer, por estos artistas. Yo decía: “¡Qué interesante sería que yo también tratara de recrear!”. Es el caso de mi familia. Incluso, mi abuela, mi esposa de ojos claros. Me parecía interesante explotarlo. Finalmente, escogí pintar a mi esposa como referencia de la raza cajamarquina, para mí. De un sector. Me parecía importante pulir, afinar este tema y cuando empecé me orienté por ese lado. Empecé a hacer este trabajo, pero ya venía de años. Cuando exploré la técnica más intensa fue con lo de mi hija (Amélie), que fallece. Nos trajo mucha pena. Yo decidí entrar en tratamiento con mi arte. El único recurso que siempre me acompañó. Decidí retratarla a ella y juntar un poco el tema andino con los recuerdos que tuvimos un día, en pensar cómo sería cuando fuera más grande. Una ilusión. Yo deseaba que mi hija tuviera los ojos verdes de su mamá, de mi abuela y de mi mamá. Decía: “Pudo haber sido así”. Nos llenábamos de ilusión y en un momento dado de mi vida tenía fuerzas para recrear ese momento. Entonces, empecé por ella. Empecé a crear una técnica más personal, de mi niña, de cómo quisiera que fuera.

Fue un homenaje a tu hija.
Todo un homenaje, pero con otro tipo de sentimientos, otro tipo de cariño. No esa frustración sino representarla con una oda: decir que “para mí, sigues viva, pero de esta manera”. Entonces, le hicimos un tributo, todo esto. Y tengo la ilusión de hacer un libro, incluso. Decía: “Voy a hacer un libro y unas fábulas y con esto voy a recrear episodios de sus mundos surrealistas, donde ella podría estar jugando”. Estoy tratando de concretarlo, pero gracias a esta nueva expresión que hice, muy personal, en el camino me encontré con varios personajes cajamarquinos que quise recrear y decía: “Tengo este estilo para recrearlos. Entonces, voy a usarlo”. Y de ahí empecé con Yma Sumac, que era de Ichocán. Mi esposa, por parte de su papá, es de Ichocán. Su abuelo. Cuando nos íbamos a Ichocán decían: “Oye, aquí vivió Yma Sumac”. Me pareció mágica la historia, mágico el panorama, el bosque y todo, entonces dije: “Voy a recrear a Yma Sumac”. Empecé por ahí una categoría (de pinturas) ya profesional y para venta y dije: “Voy a hacer este trabajo”. Ahí surge el estilo de hacer las niñas, las mujeres, con ojos verdes. Como que se relacionó todo. Fue un trabajo superpersonal. El año pasado se abrió una muestra en abril, que estaba dedicada a Amélie. Y luego de esa muestra se abrieron bastantes puertas. Fue muy mágico, en realidad, el momento. La obra no la quise vender nunca. Caí bastantes veces en tentación, pero no logré despegarme de ella. Hice que llevaran a Cajamarca, nuevamente, la obra.

Tu exposición, además, fue la mejor del año pasado en Lima.
Sí, gracias. Te agradezco que tuviste mucho que ver, con darte la paciencia de explorar todas las muestras (110) y elegirme. Te lo agradezco ahorita, en vivo y en directo.

Yo solo premié el talento que vi y que era novedoso, en la forma de pintar. Es un estilo Joan Alfaro. No he visto algo parecido.
Sí, eso me gustó, también, del reconocimiento, porque yo me quedaba con una idea de la capacidad visual de mi trabajo. Yo vine aquí como un artista más. Hay un montón buenos. La exposición (“Raíz”) es buena, en realidad, pero no pensé que iba a trascender en bastantes medios (de comunicación).

Rebotó en un montón de medios de Lima.
En bastantes. Dije: “¡Asu, no me esperaba tanto!”. Siempre fui un apasionado del tema andino, pues. Siempre me ha gustado. Yo solamente me dediqué a pulir, nada más, el trabajo. Porque lo tenía en abril y lo había tenido años, en realidad, por lo de Amélie. Luego de las puertas que se abrieron para las muestras siguientes de Índigo, para su aniversario, hubo un poco de desconexión por el tema del espacio, porque era Índigo, era su aniversario. Tenía bastante presión ya solo con eso, pero seguí aceptando y me preparé, pues. Preparé doce obras. En realidad fueron diez, porque ya teníamos cuatro para ese momento. Dije: “Ya están las cuatro” y hubo diez más. Me preparé, me enfoqué bastante. Le puse “Raíz” por ser de Cajamarca y haber comentado la situación actual con mis personajes cajamarquinos. “Raíz”, la muestra.

Y ahora que ya estás con una difusión a nivel nacional, ¿ya te ves como un artista de acá a veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años? ¿Esto va a ser lo que vas a hacer toda tu vida? Porque antes del arte has probado comunicaciones, arquitectura… Has probado varias cosas.
Sí. Toda mi vida me voy a dedicar al arte. Me parece que el arte es lo que me ha llevado en todo momento de mi vida. También trabajé un tiempo de paramédico y pintaba, exponía en la mina. Cuando pasó lo de mi hija, me di cuenta que verdaderamente era mi camino porque no me pude desprender del arte. Hasta en las situaciones más difíciles de mi vida, donde yo pude ser más intenso con mi trabajo. Entonces, lo he llevado conmigo por años y lo seguiré llevando. Quisiera que mis hijos crecieran viendo todo un mundo de arte, en todo esto que para mí es un sueño. Llegar un día a hacer una galería en Cajamarca, quizás. Lo más probable es que quisiera hacerlo ahí, quisiera dar un aporte a mi ciudad. Quisiera que creciera y que tuviera un legado.

Joan, tú has sido el primer artista que ha realizado una exposición de arte en el Aeropuerto (Internacional) Jorge Chávez. ¿Cómo ha sido eso para ti?
Importante. Pero yo ya me sentía muy orgulloso con todo lo que habíamos hecho. Cuando apareció lo del aeropuerto y lo aprobaron, yo me preocupaba porque decía: “Soy un artista independiente. No represento a ninguna marca, en realidad”. Tuve el refuerzo de Marca Perú, obviamente, pero yo tenía un trabajo con identidad. Pesó eso y cuando dijeron que sí, que estaba aprobado y querían que sea un espacio por cuatro meses, ¡me pareció increíble! Me sentía muy orgulloso, sinceramente, porque esto era un espacio dedicado a la gente que viene a conocer el Perú. Entonces, la estrategia era ponerlo en el área para extranjeros, para que puedan verlo. Todo el mundo puede ver la muestra. Verdaderamente, es una delicadeza que la gente de afuera la vea. Y ha tenido bastante resultado. Me escriben bastante. Cuando la gente viene a Cajamarca, van a verme, sin ningún tipo de previo aviso. Eso también me parece chévere, porque (tienen) una impresión de un artista de campo, sinceramente.

Joan, te agradezco esta entrevista. Te deseo el mayor de los éxitos. Eres uno de los artistas peruanos, menores de cuarenta años, más talentosos del país.
Muchas gracias, Gianmarco, por esta entrevista. Yo he quedado encantado.

Muchas gracias.