lunes, 5 de diciembre de 2022

Una preocupación fundamental: el desarrollo de la primera infancia

 

Por Gianmarco Farfán Cerdán

 

Si tomamos en cuenta que las experiencias tempranas de vida afectan profundamente la naturaleza y la calidad del desarrollo cerebral, entonces debemos brindarle una gran atención a esta etapa esencial del desarrollo de todo ser humano. La primera infancia siempre ha sido una etapa formativa delicada donde los medios de comunicación tenemos todavía mucho por aprender e informar.

 

Hay que entender que los beneficios de invertir adecuadamente en la primera infancia son palpables y contundentes cuando las personas alcanzan la edad adulta: mayores ingresos económicos, mayor nivel de educación, menor tasa de criminalidad, menor costo en programas asistenciales y una mayor recaudación de los impuestos. Por cierto, existe un dato muy importante y útil desde el punto de vista económico: la tasa de retorno es de cuatro a nueve dólares por cada dólar invertido durante la primera infancia.

 

Por todo lo mencionado, debemos brindarle un entorno adecuado a la niña o al niño para que se desarrolle, puesto que un entorno adverso (donde ocurra violencia intrafamiliar, por ejemplo) puede retrasar entre 90 % y 100 % su desarrollo cognitivo, emocional y de lenguaje. Tampoco podemos olvidar que existe un riesgo tres veces mayor de sufrir enfermedades crónicas para aquellos niños que tuvieron más de siete experiencias adversas antes de los tres años. En dichos casos, también aumentan las posibilidades de abusos de sustancias y de sufrir depresión.

 

Finalmente, resulta relevante saber que las desigualdades más grandes se originan durante los primeros 24 meses de vida. En la actualidad, gracias a los cursos que imparten instituciones valiosas como CENTRUM PUCP y Copera Infancia los periodistas de todo el Perú pueden formarse mejor sobre los conceptos y alcances de la primera infancia.